The Howling (1981)

The Howling, película de terror de 1981, no fue la primera en tratar la temática de los hombres lobo, por supuesto. Antes de ella, hubo docenas de exponentes, no solo de Universal o de la Hammer, sino también de otros directores o productoras que también sucumbieron frente al encanto de uno de los monstruos predilectos del género. Sin embargo, esta película dirigida por el gran Joe Dante (Piranha, Gremlins, Small Soldiers) presentaba algo no muchas veces visto, que tenía que ver con los diseños de los hombres lobo.
Sería incorrecto decir que es la primera que lo hace, pero es de las primeras veces que se puede observar a un hombre lobo mucho más parecido a un lobo que a un hombre, por así decirlo. Antes, lo que se solía hacer, era ponerle piel y pelaje al actor que los representaba, pero seguían manteniendo su morfología humana, por decirlo de alguna forma, con sus posturas y sus proporciones. Acá, hay una construcción mucho más elaborada del personaje, con piernas, brazos, torso e incluso su cabeza, fidedignas a lo que sería realmente una cruza entre un lobo y un hombre.
A mi parecer, con este tipo de diseños era mucho más comprometido el hecho de generar terror. Atado a esto, y sin perder de vista que estamos hablando de una película de 1981, tenemos el apartado de los efectos especiales, precisamente lo que son efectos prácticos, realmente muy convincentes para la época, con grandes prostéticas, muy buenos trajes e incluso hay algo de animatrónica. La transformación de los personajes en hombres lobos están muy bien logradas, muy bien filmadas. Además, podemos ver una pequeña escena con unos lobos animados de forma tradicional, apenas uno segundos. Más tarde, también podemos apreciar otros segundos más de una escena con stop motion. Realmente hay un trabajo muy meticuloso en todo este apartado.
Y es que, si hablamos de efectos especiales, The Howling tiene a dos grandes de la materia: Rick Barker y Rob Bottin. Si, este último fue descubierto hace poco por los centennials por ser uno de los principales responsables de todo lo que pasa en cuanto a efectos de maquillaje y prostéticas en la película RoboCop. Rob Bottin – RoboCop. En fin. Este artista también estuvo en otros clásicos como The Fog, The thing, Total Recall o Fight Club, entre otras. Respecto a Rick Baker, trabajó en películas como Altered States, The Funhouse, Videodrome, Escape from L.A., Men in Black, The Ring, Hellboy y muchísimas otras. Calidad garantizada gracias a estos dos hombres y sus equipos de trabajo.
Esta película se toma muy en serio a sí misma. Un asesino serial tiene una conexión especial con una reportera, y deciden reunirse en un lugar determinado. Detrás de todo esto, está la policía, que quiere atraparlo. Se juntan en algo que parece un cine para adultos. Él la ataca, la policía lo mata, y nuestra protagonista queda traumada. El psicólogo que la atiende luego de este suceso, le recomienda asistir a una suerte de retiro espiritual que él mismo que él mismo organiza. Al llegar a este lugar, todo lo sutil que la película podía ser, se pierde, aunque por efecto de magia, no termina siendo algo negativo para su desarrollo.
Porque si bien intenta meter algo de misterio, medio como si fuese un slasher, ya el poster te dice todo. No es sutil a la hora de mostrar las pistas y los personajes. Es muy obvia en toda su construcción, por más que no sepas de qué se trata. Pero como decía antes, no es algo que importe demasiado. Al contrario de un slasher o un giallo, la película no se construye alrededor del misterio de quién será el asesino, sino en que el asesino es un hombre lobo. Por eso resulta ser todo demasiado predecible, porque busca más el golpe efectivo del terror visual y no tanto el proceso de cómo llegar a ese punto.
Algo que me parece también muy interesante en The Howling es que expone una discusión muy clásica del cine de vampiros, donde parte de ellos piensa que los humanos no son más que simple alimento, y otros tienen una idea más conciliadora y proponen convivir con los seres humanos para ser parte de la sociedad. Creo que le suma mucho a esta producción sacar a la luz esta disyuntiva, porque expone así la verdadera naturaleza del hombre lobo y toma como fundamento la teoría de que la licantropía siempre fue una metáfora de la maldad del ser humano que se despierta para convertirse en un monstruo. Así como hay seres humanos de aparente inocencia que se pueden convertir en salvajes animales, hay animales de aspecto amenazador que pueden tener un sesgo de humanidad.
The Howling es un poco la que abrió el juego al nuevo cine de hombres lobo, sobre todo por estas cuestiones visuales a las que hice mención. De nuevo, no puedo afirmar que haya sido la primera, pero si fue una de las primeras que se arriesgó. Ese mismo año también salía An American Werewolf in London que es, al menos para mí, la mejor película de hombres lobo de la historia y la transformación que podemos ver en ella, es una obra de arte de los efectos especiales prácticos. Dee Wallace, protagonista en The Howling, sin ser una gran actriz, fue una estrella del cine de terror, participando en más de 260 películas hasta el día de hoy, como The Hills Have Eyes, E.T. the Extra-Terrestrial, Cujo, Critters, Popcorn, The Frighteners, Halloween (Rob Zombie), 3 From Hell, Jeepers Creepers: Reborn, y muchísimas otras.
La película termina con un primer plano a una hamburguesa cocinándose en una plancha, y tiene una escena post-créditos sin mucha razón de ser. Hermoso todo.