Para empezar, vale aclarar que el Rancho Skinwalker es un lugar real y que esta película está ligeramente basada en hechos reales. Durante años, el Rancho Skinwalker situado en Utah, EE.UU. fue foco de diferentes hechos catalogados como paranormales, desde orbes de energía, seres extraños, mutilación de ganado y actividad poltergeist, como si fuese poco. Se dice que, incluso, el rancho fue comprado para llevar a cago investigaciones de índole militar/gubernamental. Se han escrito libros al respecto y es uno de los casos más conocidos de EE.UU. 

Skinwalker Ranch -la película- sale en 2013 y, como no podía ser de otra forma, se trata de una cinta formada por material encontrado, la clásica película cámara en mano donde una reportera intenta descifrar lo que sucedió en el rancho, luego de que el pequeño hijo de una familia desapareciera y su padre haya sido señalado como culpable, cuando claramente es inocente. El problema es que, para aceptar esa inocencia, hay que creer en lo paranormal.

Skinwalker Ranch (2013) | Directores: Devin McGinn y Steve Berg

Y ahí es cuando comienza todo. Lo primero que empezamos a ver es la investigación que lleva a cabo un grupo de investigadores (valga la redundancia), profesionales locales y reporteros especializados en el rancho que le da nombre a la película, luego que el pequeño hijo de la familia desaparece de forma misteriosa. Cómo ya dije, al padre lo culpan, lo tildan de loco, pero el hombre solo quiere saber dónde está su hijo. Se nos presenta al grupete protagonista, pero sin hacer especial hincapié en nadie en especial, para que ninguno de ellos nos importe en realidad. No busca generar empatía

La película toma varias puntas de la historia original y de todas las leyendas que la rodean, incluyendo las que vienen desde hace años de los indios Ute, nativos de aquellas tierras. De hecho, el “skinwalker” es un ser de su propia mitología. La mezcla de todos estos condimentos es efectiva para convertirla en una película de terror, con todo lo que eso significa. Una película de terror, dicho esto, no necesita caer en lo verosímil, sino que busca asustar desde el impacto visual, sonoro o incluso emocional. ¿Sirve generar terror sin un hilo conductor, solo mostrando cosas que se sabe que asustan? Al menos en mi caso, el terror pasa por todo lo que une a los momentos de impacto o a los jump scare. Es el camino que se transita, más no tanto el resultado.

Otra review de una película cámara en mano, con menos sentido si es posible: The outwaters (2023)

Y el problema es justamente ese: toma tantas aristas para crear una historia que se vuelve difícil entender la búsqueda. Genera un ruido visual e informativo absurdo. Actividad paranormal orientada a fantasmas o energía residual, orbes brillantes, sonidos ensordecedores, un skinwalker. Dicho sea de paso, para quienes no sepan, un skinwalker es una suerte de “hombre lobo” en su aspecto. Siendo más precisos, es un curandero o un brujo que maneja artes oscuras y que tiene el poder de convertirse en animal, siempre con características de lobo, perro, coyote, o cuadrúpedos similares. Entonces, ¿dónde y cómo encaja todo esto con la película? Eso es lo que se hace difícil de comprender. Hay situaciones que promueven el terror, pero que respecto a la historia, no vienen de ningún lugar ni van hacia ningún lugar. Es como narrar diferentes cuentos sin algo que los conecte, pretender que sean parte de la misma historia, y que nada tenga sentido argumental.

Y después lo trillado. Pasan cosas que le pueden helar la sangre a cualquiera pero todos siguen ahí, fingiendo demencia o vaya uno a saber por qué. Uno se arrepiente y se va, y termina siendo el único con sentido común, con una mirada objetiva de lo que está sucediendo. Hay otro personaje que está obsesionado y cuando el resto quiere desistir, intenta argumentar que al fin encontraron algo que vale la pena, sin tener en cuenta los resultados, los heridos, y el hecho de todo lo que están viviendo. Ese personaje, en este tipo de películas, representa al hombre ciego de poder, ciego por el conocimiento, perdiendo cualquier atisbo moral o ético, anteponiendo el descubrimiento por encima de la vida de sus colegas.

Otra review con sucesos paranormales ‘made in The Asylum‘: Paranormal Entity (2009)

En el tercer acto, la película se inclina por una de las teorías. ¿Y todo el resto? ¿Qué hacemos con todo lo que sucedió durante los dos primeros actos? Hay cosas que se pueden atar, pero otras quedan sumamente fuera de foco, descolocadas. Pongamos como ejemplo la película Area 51, dirigida por Oren Peli (Paranormal Activity) y con una propuesta muy similar a Skinwalker Ranch. Desde su título, la película ya nos muestra la consigna, y durante su desarrollo, tiene una búsqueda concreta. Sabemos lo que vamos a ver, sabemos lo que vamos a encontrar, y la sorpresa reside en el “cómo”. Con Skinwalker Ranch nada de eso pasa.

No tenemos una búsqueda concreta, todo es caos, el argumento nunca se entiende hacia dónde va, y tampoco nos sorprende el cómo suceden las cosas, porque no se deja visualizar el resultado. Las temáticas que se tratan son dispares y muy pocas de ellas tienen sentido y correlación con el verosímil que se intenta plantear. Todo se siente como parte del azar. Tiene algunas buenas ideas, pero quedan perdidas en un guión que resulta flojo.

Two Witches (2022)

Twisters (2024)

There’s Something Wrong with the Children (2023)

The Young Cannibals (2019)