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Estamos frente a un falso documental que nos pone a tono apenas comienza su metraje. Una casa embrujada de esas que montan para Halloween se llena de gente, algo pasa dentro, y mucha gente muere. No se sabe qué pasó, no se saben las causas y hay mucho hermetismo alrededor del caso. Por un lado, tenemos sólo dos pruebas que no son muy contundentes: un video que filmó un visitante del espectáculo la noche de los hechos, pero que no logró captar nada fuera de lo común, y un llamado al 911, que tampoco es muy revelador. Por otro lado, tenemos a un fotógrafo que logró meterse en la casona luego de lo sucedido y con su cámara logró captar decenas de imágenes perturbadoras que subió a internet, lo que hizo a este caso aún más interesante y misterioso.

Dados estos hechos, y la poca información, la película ya plantea varias dudas, aunque la incertidumbre principal es la que va a ir viajando hasta el final del metraje, y nos va a llevar de la mano hasta cierto punto. A base de entrevistas, nos vamos a ir enterando poco a poco lo que pasó, casi a cuentagotas, porque no solo existe el misterio de Hell House LLC, sino de todo un pueblo que, aparentemente, intenta guardar en secreto algo mucho más grande de lo que imaginamos. La forma en la que el director y escritor Stephen Cognetti lleva adelante todo esto, es realmente admirable si tenemos en cuenta los valores de producción.

Hell House LLC (2015) | Director: Stephen Cognetti

Desde ese punto, la película presenta a un personaje clave, que fue parte fundamental de la creación de Hell House. Un personaje entre tímido y misterioso, que parece ir más allá del umbral del miedo y entrega varias cintas de video con todo lo que pasó en Hell House desde el día uno. Una documentación de todo lo ocurrido. Metraje que la policía no obtuvo en su momento porque ella lo tomó primero, pudo escapar y lo guardó. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Motivada por algo en especial? Son nuevas preguntas que se abren con la sola aparición de este personaje. De nuevo, hay un muy buen gusto respecto a la forma de llevar y contar la historia. La película, ahora, nos mete de lleno en todo lo que pasó antes y durante los hechos.

A pesar de que hace muchas cosas bien, no evita caer en los clichés básicos de las estructuras de este tipo de película de metraje encontrado. Pero tiene cierta vuelta de tuerca. Por un lado, todo se va construyendo de a poco. Vemos a los protagonistas hacer cosas del día a día, pero en cada una de esas escenas que parecen ser banales, algún detalle siempre nos dejan. Algo pasa, aunque sea mínimo, que sirve para ir construyendo la historia. Además, los hechos macabros, por así decirles, van ocurriendo -también- de a poco y no le suceden a todos los integrantes juntos. No pasa como en Skinwalker Ranch, por ejemplo, que todos son testigos de sucesos paranormales pero, aun así, deciden quedarse en el lugar. Acá esto se distribuye, le va ocurriendo a uno, luego a otro, y siempre el resto piensa que es una broma de mal gusto. Es repetitivo, sí, pero ayuda a que todo se encamine. Al menos en una primera instancia.

Otra review cámara en mano “inspirada” en hechos reales: Skinwalker Ranch (2013)

Dicho esto, es verdad que esta forma de contar las cosas trae un punto a debatir. ¿Si soy testigo de un hecho aparentemente sobrenatural en un hotel abandonado, me quedo en el lugar o sigo mis instintos más básicos y salgo corriendo sin pensarlo dos veces? En este punto, creo que depende de cada uno. Es difícil crear un verosímil único cuando hay dos tangentes tan marcadas, pero separadas por una línea tan delgada. Sin embargo, para contrarrestar este sentimiento, aparece el personaje obsesivo con su cometido. El que desestima todo, el que dice que es un trabajo y que hay que llevarlo a cabo sin importar el por qué. En otras películas es por la obsesión del conocimiento, en otras por la búsqueda de la verdad, acá, por el dinero que estiman recaudar gracias a Hell House. Podría hablar de lo ético y lo moral en este punto, pero la película pone a cada personaje en su lugar sin necesidad de que nosotros pensemos demasiado. Se marca la diferencia entre ellos, la mirada de cada uno, pero a pesar de eso, todos se terminan quedando en una casona en la que ocurren cosas de forma tácita y palpable.

Lamentablemente, cada vez se fuerza más el hecho de lo que comienza a pasar y de cómo los personajes reacción a los hechos, la cantidad de testigos que se involucran, y el nivel e intensidad, justamente, de los hechos paranormales. Llega un punto que ya es inconcebible que sigan adelante con todo porque comienza a involucrar a diferentes personajes afectándolos de una forma muy particular. El sentido común se ve vapuleado, y esa delgada línea de la que hablaba antes, ya se torna invisible. ¿Vale la pena quedarse? ¿Hasta qué punto la obsesión por el dinero puede sucumbir sobre nuestro accionar en condiciones tan extremas, donde la solución es simplemente abrir la puerta y salir caminando? ¿Vale la pena poner en juego nuestra integridad física y psicológica? ¿Hay coherencia en el planteo de las decisiones?

Otra review de metraje encontrado “inspirada” en una gran franquicia: Paranormal Entity (2009)

Hacia el tercer acto, el verosímil finalmente se rompe. Algunos personajes toman -justamente- decisiones absurdas, dejan de hacer cosas que antes hacían por conveniencia del guión, e incluso dos de ellos se convierten en dos seres humanos detestables cuando antes no lo eran. Si bien se mete un nuevo elemento en juego, nada más y nada menos que el por qué realmente se quedan a pesar de todo, no logra ser suficiente motivo o excusa cuando hablamos de sentido común y coherencia. Una cosa es ser valiente, otra cosa es tener fuertes motivaciones, y otra cosa es simplemente abrazar la idiotez. Lamentablemente, la narrativa termina cayendo en algunas situaciones absurdas que, como pueden imaginar, son difíciles de remontar.

Todo el tramo final tiene algunos momentos espeluznantes, hay que admitirlo, aunque no sea nada extraordinario. Hay buenas ideas dando vuelta. Se vuelve un poco obvia en algunas cosas por la estructura del subgénero, y cuando terminamos de ver el metraje encontrado, volvemos a la parte documental (como en el inicio) que nos brinda un nuevo final, a mi gusto, innecesario. Es redundar sobre algo que ya se había establecido y sobre algo que ya se había entendido. Aún así, Hell House LLC me gustó. Tiene sus detalles, comienza muy bien y se termina perdiendo en lo inevitable, pero todo lo que hace bien, lo hace muy bien, en un género completamente saturado incluso allá en 2015, cuando está película se estrenó. Tiene un aire y un tono muy similar a la saga V/H/S. Incluso, cortando algunas cosas por acá y por allá, podría ser uno de sus cortos, sin duda. Es una película que no te va a cambiar la vida, pero dentro de este subgénero, sabe defenderse bastante bien.

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