Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves (2023)

Imaginen una película que reúna todos los géneros que menos me atrapan, incluyendo condimentos como la magia, algo que es muy ajeno a mis gustos fantásticos, como ya expliqué en la reseña de Shazam! Fury of the Gods. Les voy a ser sincero: no me llamaba la atención Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves. Por esto que dije antes y porque tampoco me atrapan los juegos en la que está basada la historia de esta cinta. Estaba dispuesto a ver una película que se llama From Black, pero era de día, recién el sol se posaba por sobre nuestras cabezas y preferí dejar el terror para la noche. Sin nada mejor que ver, y teniendo en cuenta que era domingo, le di play a esta aventura basada en el juego de rol de mesa Dungeons & Dragons.

Esta franquicia ya tuvo otros intentos en el cine, realmente desastrosos. Incluso Jeremy Irons actuó en la Dungeons & Dragons del 2000. Pero tengo que admitir que esta película de 2023, dirigida por John Francis Daley y Jonathan Goldstein (Vacation, Game Night) me resultó simpática. No me volvió loco, claro, siento que tiene muchas cosas para marcar, pero creo que parte de la frescura que encontré tiene que ver con sus protagonistasChris Pine hace de Chris Pine, y lo hace bastante bien. Michelle Rodriguez hace el mismo personaje que hace siempre, y le calza justo. Sophia Lillis (It, It Chapter Two, Gretel & Hansel), Justice Smith (Jurassic World: Fallen Kingdom, Pokémon: Detective Pikachu) y Daisy Head (Underworld: Blood Wars, Wrong Turn) hace un trabajo correcto. Y Hugh Grant, apenas te das cuenta que existe en la película, ya que su personificación me resulto bastante intrascendente.

A nivel visual y creativo, creo que la película es donde más destaca. Vale aclarar en este mismísimo momento, por si no quedó claro antes, que no tengo idea de nada acerca de esta franquicia, más que conocerla de nombre. Por ende, seguramente me he perdido cientos de referencias o diseños que, quizás, tienen una base donde reposar, pero para mí, son completamente nuevos. Sea como sea, son dos aspectos muy cuidados. Desde las vestimentas de todos los personajes, pasando por las ciudades, los enemigos y las criaturas. Los colores, la animación. Sinceramente se ve todo muy atractivo y con un gran poder visual.

Los efectos especiales, en su mayoría, van de la mano con toda la propuesta visual. Sacando algún que otro diseño en 3D que no está muy bien integrado con los actores de carne y hueso, el resto de los efectos están muy bien logrados, cuidando cada detalles de una forma muy meticulosa. Entre las empresas que trabajaron en la película para este apartado, podemos encontrar a la mítica Industrial Light & Magic, que todo lo que toca lo convierte en oro. En general, se siente como si hubiesen exprimido todo lo que tenían a nivel producción para representar lo mejor posible un guion que no se siente ostentoso, pero que tiene mucho para mostrar.

Ahora vamos a encarar la narrativa, que es la parte que sentí más floja, por así decirlo. Por un lado, muchas de las situaciones que ocurren se sienten aniñadas, demasiada coincidencia dentro de un guion para resolver problemas complejos, le quita mucha de la veracidad pretendida a cualquier película. Esos detalles del estilo “justo en el peor momento encontré un objeto que no sabíamos que teníamos y que nos resuelve toda la trama de acá en adelante” me parecen parte de una decisión bastante simplista. Es como que por un lado te limitan el uso de la magia, pero, por otro lado, recurren a estos recursos narrativas que, al menos a mí, me quitan del tono pretendido.

En este aspecto, también la sentí poco equilibrada. Por un lado, tiene cinco escenas de peleas muy bien hechas y muy bien coreografiadas, bastante violentas en algunas ocasiones y con una importante carga de acción. También tiene a toda una estirpe de magos malvados que quieren desatar a un ejercito de muertos vivos. Pero los personajes principales tropiezan como en una película de Los Tres Chiflados, y eso está pautado como comicidad. Alguno de los personajes dice algo en el momento menos indicado, y todos lo miran, marcando ese silencio como comicidad, como si estuviésemos en un capítulo de El Chavo del 8. Muchos gags son predecibles, bastante licuados, tímidos, sosos en muchos casos. En una apreciación muy personal, mido a la comedia de la siguiente forma: ¿Si quitas las escenas cómicas, la película sigue funcionando? Si la respuesta es SI, entonces no tiene la fuerza necesaria.

Entiendo, sin embargo, que se trata de una película orientada a toda la familia. Hoy en día cierto nivel de violencia es aceptado dentro de este tipo de películas, y tanto grandes como chicos la pueden disfrutar porque esa violencia es el resultado de un acto heroico, y no el resultado de la búsqueda de un estilo. Esa violencia está justificada por personajes que tienen permitido hacer lo que hacen por la misión que tienen. Y quizás en la búsqueda de este equilibrio apto para todo público es donde la película me hizo más ruido, porque no sentí ni que fuese una cosa, ni la otra.

Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves me entretuvo, pero no mucho más. Es una película que pasa desapercibida, y te la olvidas apenas termina. No tiene peso real, no tiene fuerza. El guion está atado a estructuras vistas mil veces en el cine, a recursos ya planteados mil veces dentro del género fantástico. Si de una película lo único que puedo realmente rescatar son sus efectos especiales, es porque en el resto de los apartados hizo agua, se conformó con ser una más del montón. Lamentablemente, con un costo de producción de unos $150 millones de dólares, recaudó poco más de $200 millones en todo el mundo, convirtiéndola en un fracaso de taquilla si tenemos en cuenta las ganancias que se tenían planificadas.