Aquaman and the Lost Kingdom (2023)

¿No es un poco raro que Aquaman tenga una pecera con varios peces ahí encerrados? Aquaman and the Lost Kingdom comienza como una comedia situacional. Jason Momoa está finalmente convertido en Jason Momoa. Ya no es tanto el Aquaman que vimos anteriormente, sino que ahora es una versión más humana caracterizada como el actor que lo representa. A Aquaman le gustan las motos, la cerveza, los anillos, y tiene un hijo. Se casó con la mujer más hermosa del reino acuático y formó una familia. Es el rey de Atlantis ahora, pero ese trabajo lo sofoca: él quiere seguir siendo el guerrero que supo ser. Llega a su casa tarde, cansado, hace algunos quehaceres y juega mucho con su pequeño hijo. Parece una comedia romántica con Reese Witherspoon y Hugh Grant pero no, es lo nuevo de James Wan.
El primer disparador llega como producto de una casualidad. Cierta gente estaba en cierto lugar y ocurre cierto hecho que da por resultado que nuestro enemigo principal, Black Manta, de con un poder ancestral que, de alguna forma, lo estaba esperando. ¿Cómo? Por otro lado, Aquaman se estableció como el Rey de Atlantis pero al parecer no toma demasiadas decisiones. Hay un grupo de seres que forman un consejo y que son quienes terminan decidiendo las cosas. Por ende, esto de ser Rey no le sirve de mucho porque todas las propuestas que hace son denegadas y encima, de alguna forma, su estilo de vida también. Estos consejeros establecen que, de hacer contacto con los humanos, será para exterminarlos y no para coexistir, mientras sabemos cómo es la historia de los padres de Aquaman y el hecho de que él vive en la superficie con su mujer, su hijo y su padre.
Aquaman and the Lost Kingdom se separa por completo de todo lo establecido en el DCEU. Es como si el resto de los superhéroes nunca hubiese existido. Entiendo que hay un ataque puntual a lo que es Atlantis, el mensaje ecológico y ambiental que propone toda la historia, y el hecho de que Black Manta quiere vengarse específicamente de Aquaman, pero está en riesgo el planeta entero. No estamos hablando de un mafioso que quiere controlar una ciudad, ni de un grupo criminal que eliminó a la familia de un policía. Esas historias pueden caber en un pequeño universo personal porque su propia resolución también cabe en ese universo. Pero acá el peligro es otro. Si bien entiendo también que esta secuela tenía que separarse del resto de la novela de DC creada por la lucha de egos, de alguna forma se rompe esa magia llena de camaradería que se había creado entre el grupo. Al menos yo, la extraño.
Si se critica a Rebel Moon por tomar prestadas ideas de Star Wars, tenemos que hacer lo mismo con esta película. Ya en la primera parte daba algunos indicios de tener esta suerte de fantasía con personajes pintorescos bebiendo en bares y cosas por el estilo. En Star Wars eran seres de otros planetas y de otras galaxias, acá es lo mismo pero con seres acuáticos. Todo lo que tiene que ver con creatividad, imaginación y diseños está muy bien logrado, pero el CGI no siempre brilla. Así como hay momentos donde resultan increíbles los efectos visuales y el CGI, muchas veces se nota que la calidad baja un poco su propia vara, vaya uno a saber por qué. No es algo que afecte a la narrativa ni al producto final, pero sí es algo que dice mucho sobre el diseño de producción. Hay decenas de motivos posibles por los cuales unos efectos especiales pueden ser de menor calidad que otros. Tiempos, compromisos, dinero, etc.
¿El broche de oro? La comicidad fuera de lugar. James Wan tiene esa costumbre de querer meter algunos chistes o gags en momentos extraños. Porque todo tiene que ver con el tono. En Guardians of the Galaxy todo el contexto está pensado, creado y preparado para funcionar como un colchón donde van a reposar todos los momentos de comicidad perpetrados por casi todos los personajes que vemos. Todo esto genera un tono, nos prepara, se prepara a sí misma, para que luego cuando las risas comienzan, no se sientan fuera de lugar. Aquaman and the Lost Kingdom no tiene un tono concreto. Surfea entre ser una película de superhéroes, con ciencia ficción, con aventuras, con acción. Intenta abrazar todos los géneros, no se define por ninguno y, por ende, el tono no termina de ser algo concreto. En ese contexto, todos los chistes se pierden, quedan fuera de lugar.
Y todo esto del tono se cierra con el hecho de que en cierto momento, la película se convierte en una “buddy movie”. Así como tenemos a Will Smith y Martin Lawrence en Bad Boys, a Mel Gibson y Danny Glover en Lethal Weapon, a Eddie Murphy y Nick Nolte en 48 Hrs., también tenemos a Jason Momoa y Patrick Wilson. Y para ser sincero, da resultado. La química entre ellos dos es el punto más alto de la película. No solo por ser los personajes principales, sino porque en esa búsqueda, es en el único momento donde la película encuentra realmente su lugar.
El problema está en los detalles. Atlantis era una fortaleza impenetrable y de repente le roban uno de sus materiales más preciados sin que nadie se de cuenta, durante 5 meses. Hay una ciudad escondida mediante magia para toda la eternidad y la encuentran así nomás, como si la magia tan poderosa en realidad no sirviese de nada. Los hechos que son casualidad, la arbitrariedad que define a un guión lleno de necesidades. ¿El momento donde sentí que todo era un gran chiste? En medio de una guerra donde el villano prometió vengarse y matar a todos, los protagonistas dejan solo a su pequeño hijo con el abuelo humano… adivinen ¿qué hace el villano de turno? Son un montón de detalles que los hacen pasar como un giro interesante del guión cuando en realidad son puntos flojos en la narrativa. No es spoiler, no se preocupen, es algo que se ve venir desde el comienzo de la película.
Es como que ya ni se gastan en escribir algo coherente, mientras algunas ideas centrales estén plasmadas, todo está bien. En algún momento se estableció que por ser una película de superhéroes se puede dejar todo en manos del azar, porque “lo que realmente importa es el personaje“, y la verdad es que no creo que sea así. El guión, si uno se detiene a analizarlo, es soso, simplista, muy básico en su propuesta. Las grandes decisiones son producto del azar, de la magia que funciona para unos y no para otros. De casualidades absurdas Y no, no estoy pidiendo que la secuela de Aquaman tenga la profundidad e inteligencia de Parasite de Bong Joon-ho, pero al menos que no trate de idiota al espectador. En una construcción de un universo tan inmenso, los grandes puntos de quiebre no pueden ser producto de la casualidad o de situaciones arbitrarias.
La mayoría de las cosas pasan muy rápido, sin construcción y sin consecuencias. Me gustó que se le haya dado más lugar a Mera. En los dos primeros actos es como que se deja de lado al personaje de Amber Heard pero en el último acto no solo toma más presencia sino que hasta logra mayor protagonismo, siendo clave en varias situaciones. Por otro lado, el personaje tech, el científico que soluciona cosas con la magia de la computación sin criterio, logra redimirse. Comienza como esos personajes sedientos de conocimiento y sin escrúpulos, pero más tarde cuando entiende la gravedad de lo que quiere hacer Black Manta, entiende cuáles son las prioridades reales (y políticamente correctas). Si nos ponemos a pensar, es el personaje que mayor construcción y profundidad tiene, lo que es mucho decir. Y, de nuevo, no se preocupen, no es un spoiler: es completamente predecible.
Aquaman and the Lost Kingdom es una película extremadamente regular. Se presenta como un tanque hollywoodense sin tener lo necesario para serlo. James Wan ya está a una altura donde hace lo que quiere, lo demostró en Malignant, una película que en lo personal me gustó mucho, pero que levantó polémica porque justamente es una cinta de autor: Wan se despachó con lo que tenía ganas de hacer, rompiendo los esquemas del cine de terror comercial y convencional al que nos tenía acostumbrado. ¿Quiso hacer lo mismo en esta secuela? No lo sé. No se entiende lo que quiso hacer, o cuál fue su búsqueda. ¿Divertirse y mandar todo al demonio? ¿Hacer una película de superhéroes que no sea como las demás películas de superhéroes? El guión lo tiene a Wan, por supuesto, entre sus creadores. Lo acompaña David Leslie Johnson-McGoldrick (Orphan, Wrath of the Titans, The Conjuring 2) y al propio Jason Momoa, lo que explica muchas cosas.