Nanny (2022)

¿Es Nanny una película de terror? Este tipo de películas siempre trae la misma confusión en el público en general, y se acentúa aún más desde que existe el denominado “terror elevado”. Nanny es una película que tiene un fuerte acento en el drama, pero que va llevando la historia a través de situaciones que abrazan al género de terror. Se crean climas, ambientes, atmosferas muy clásicas dentro del género, pero su enfoque real pasa más por los sentimientos y emociones de la protagonista que por asustarnos o generarnos miedo.
Nanny resulta ser la ópera prima de la directora Nikyatu Jusu, y sinceramente lo hace de una forma muy efectiva. La película nos muestra, alrededor de la historia principal, la realidad de una mujer senegalés en los Estados Unidos, luchando por traer a su hijo que todavía vive en su país natal. Si bien no se tocan temas como el racismo de forma implícita, hay algunos atisbos que dejan entrever algunos indicios de maltrato laboral, de acoso, de minimizar la vida de esa persona que “solo presta un servicio”, abusando muchas veces del poder de quien brinda la posibilidad de ese trabajo.
La historia deja en claro que la protagonista hace lo que hace solo por su hijo, y muchas veces termina agachando la cabeza y dejando pasar ciertas actitudes que no corresponden porque necesita ese dinero. Todo este enjambre que tiene mucho de crítica social no se nota forzado, sino que va acompañando a la trama y le va dando forma a todas las situaciones que se plantean. El punto más fuerte de la película, y el que permite que todo esto se de así, es la actuación magistral de Anna Diop (quien hace de Starfire en la serie Titans), que entrega un personaje inmenso y te logra contagiar cada uno de sus sentimientos.
En cuanto a la estructura de la película, ahí es cuando la sentí un poco rara. Al principio, si bien la historia atrapa, no le pude encontrar el camino que pretendía seguir. No encontraba la búsqueda, hacia dónde quería ir. De repente, comienza a meter diferentes elementos que se sienten aislados, elementos que no podemos conectar entre sí, pero que al mismo tiempo son los que ayudan muchas veces a crear los climas de tensión o suspenso. De repente, sin tener nada bien formado, llega la vuelta de tuerca final, que te golpea en el pecho como si fuese una patada de burro y te descoloca.
En ese momento, todos los sentimientos que veníamos recibiendo por parte de la protagonista se agrupan, colapsan entre ellos porque es lo que te quieren hacer sentir. Ahí es cuando entendemos varias cosas que antes no cerraban, y si bien hay muchas que están bastante tiradas de los pelos, se las acepta como tal, justamente porque la película en ningún momento exagera con lo que pretende mostrar y todo queda dentro de su verosímil, mostrándose incluso bastante metafórica.
El único problema, a mi gusto, es que el final es sumamente simplista, tirando por la borda todo lo planteado con anterioridad. Es esa última escena, que en apenas segundos y con unas pocas tomas, logra borrar la emocionalidad planteada anteriormente, casi como si nada hubiese ocurrido. En pocas palabras, Nanny me gustó, me atrapó, y más allá de este detalle que menciono de su final, me parece un producto bastante redondo. Si estas buscando algo de terror tradicional, quizás esta no sea tu película.