The Stuff (1985)

Es imposible no llevar a cuestas el factor nostalgia. Y como la propia definición lo indica, la nostalgia no es la misma para todos. Nací en 1980, y lo que a mí me genera nostalgia es imposible que se la genere a alguien que nació en el 2000, por ejemplo. Y no suelo apelar a los conceptos de que algo “está bien” y lo otro “está mal”: son simplemente diferentes puntos de vista, años de vida, consumir diferentes productos, diferentes costumbres, realidades y generaciones. Por eso mismo, esas películas que de tan malas son buenas, entiendo que puedan no gustarles a todos, sobre todo si hablamos de una película de 1985.
The Stuff es, si me permiten, casi una película porno. Y no, no tiene sexo, ni por cerca, pero hay algo en sus diálogos, en su estructura, en sus actuaciones y situaciones exageradas, que la acercan más a una película XXX que a la película de ciencia ficción y terror que pretende ser. El director Larry Cohen tiene un prontuario de películas que pueden explicar lo que vemos en esta, como es el caso de It’s Alive o A Return to Salem’s Lot.
Sin embargo, creo que The Stuff es de esas películas que se podrían analizar largo y tendido no solo por la historia, sino por muchos aspectos técnicos que parecen, sinceramente, hechos por un principiante. Los cortes entre escena y escena, los cambios repentinos de música o sonido, los primeros planos exagerados, las actuaciones toscas y sobreactuadas, lo inconexo de muchas ideas, situaciones que aparecen de la nada, personajes que saben cosas que no deberían saber por cuestiones de continuidad. Hay tantas cosas mal en esta película, pero hechas con tanto amor, que solo pueden existir dentro de ese gusto fino de haber nacido en aquellos tiempos.
Y no lo digo por mí, obviamente, sino por la película. El cine de los 80s tiene ciertos permisos que más tarde se perdieron. Hay un desenfreno en este cine, que se libera de todas las ataduras de los 70s, pero que tiene mucha más personalidad que las películas de los 90s. Y The Stuff expulsa 80s por todos lados. No hay luces de neón ni todas esas huevadas con las que se fuerza la estética de esta época. Hay irreverencia, de esa que se manejaba en aquella época, hay una impronta marcada que es muy complicada de replicar. No lo puedo asegurar, pero siempre me gustó pensar que Mighty Morphin Power Rangers: The Movie le hacía, de alguna forma, un homenaje a esta cinta de Larry Cohen.
Unos hombres encuentran en medio de la nieve, una pasta blanca, con aspecto de helado o yogurt, que emana de la tierra burbujeante, y lo primero que se les ocurre es probarla, llevársela a la boca. Como les resulta con buen sabor, piensan en comercializarla para llenarse de dinero. Unos empresarios sin escrúpulos deciden vender el producto, que es un éxito de ventas pero que, como efecto secundario, le lava la mente a las personas, las vuelve agresivas, las vacía… la verdad es que mucho no se entiende pero bueno, es algo malo. Esa cosa que viene en frascos, tiene vida propia.
Ahí es donde entra nuestro personaje principal, ya que otras empresas quieren saber cuál es la fórmula del producto, para replicarla y competir en el mercado. En todo este contexto, el protagonista es una suerte de héroe y galán, que conquista de una forma inédita a la asesora de imagen de la marca que promociona a este “helado/yogurt malvado”. Luego conocen a un niño que está en contra de este producto, y más tarde unen fuerzas con una suerte de paramilitar o guerrillero… nunca se entiende muy bien. La cuestión es que emprenden su aventura para derrocar a este producto y así salvar a los Estados Unidos de América.
De ahí en más, todo es historia. Como ya dije, escenas absurdas a más no poder, constantemente, una historia sin pies ni cabeza, pero con unos efectos prácticos que para le época se ven hermosos. Mucha superposición, composición de imágenes, mezcla de efectos prácticos con algunos efectos de cámara, y algunas prostética muy bien logradas para una película que tuvo un costo de producción ínfimo. The Stuff, en su momento, quizás no tuvo la relevancia que tiene hoy en día. Con el tiempo se fue convirtiendo en una película que todos los que amamos el terror y los 80s recordamos con mucho cariño