Gonjiam: Haunted Asylum (Gon-ji-am – 2018)

Los más puristas lo dejaremos pasar, pero quienes ya miren con desdén a este subgénero, no tardarán en decir “¿Otra vez lo mismo?”. Y es que Gonjiam: Haunted Asylum se mueve por todos los tropos más comunes, que ya vimos reiteradas veces. Metraje encontrado, estilo cámara en mano, fantasmas y hospitales psiquiátricos. Hace algunos días toqué este mismo tema en la reseña de la excelente Life of Belle (2024), donde básicamente decía que no es que el género esté saturado, sino que existe una palpable falta de ideas.
Y hay que tener en cuenta, en este punto, que Gonjiam: Haunted Asylum es de 2018. Life of Belle, siendo de 2024, tiene 6 años más de exponentes del mismo subgénero acumulados y, aún así, es una película que se sale de lo común. De nuevo, la misma certeza: el eje de todo es la idea y la ejecución.
Esta película coreana, vale remarcar, toma como eje central a un hospital psiquiátrico real, donde hasta su demolición, hubo muchísimo rumores de que ocurrían cosas muy oscuras entre doctores y pacientes. Luego esto se desmintió, pero los rumores lo dejaron como un sitio embrujado. La película fue un éxito al momento de su lanzamiento en cines, posicionándose cómo una de las películas de terror más vistas en dicho país junto a la excelente A Tale of Two Sisters (2003).
De entrada, hay dos cosas que el director Jung Bum-shik (Gidam, New Normal) hace muy bien. Por un lado, humanizar lo más posible a todos los personajes, mostrarlos en situaciones distendidas en las que, incluso, te logran quitar más de una sonrisa. En este aspecto, se nota muchísimo la influencia occidental en Corea, aunque siempre bien arraigados a su idiosincrasia oriental. Por otro lado, dotar a dichos personajes de una inocencia muy particular. A diferencia de otras películas como Grave Encounters (2011), que tiene prácticamente la misma premisa, estos personajes en ningún momento se sienten desconectados de la situación que se plantea. No sé si tiene que ver con las actuaciones o con la dirección del propio director, pero hay un realismo tácito en esta cinta que logra una inmersión bastante profunda.
En Grave Encounters, como decía antes, todo se siente más artificial porque de alguna formas, todos son conscientes del lugar que visitan y a lo que son expuestos. La actitud de los protagonistas se vuelve obvia en algún punto, y todo se siente más acartonado. Aún así, debo decir que Grave Encounters me gustó mucho a nivel entretenimiento, pero Gonjiam: Haunted Asylum se siente mucho más real en su búsqueda por ser una película cámara en mano (con todo lo que eso significa) y, por ende, genera otro tipo de terror.
En este aspecto, hay una gran diferencia entre tener personajes motivados por la curiosidad, y personajes motivados por el trabajo. Y quizás eso tenga mucho que ver con lo que expuse en el párrafo anterior. Los personajes de Gonjiam: Haunted Asylum, si los tuviera que definir, son más cercanos al concepto de “influencers” que al concepto de “investigadores”. Todos están allí por la fama, los números y el dinero si lo miramos de forma general, pero no hay realmente una búsqueda desde lo científico o lo sobrenatural. Se busca el show, y no la verdad. Por eso se marca una diferencia entre otras películas que abarcan la misma temática, donde la propia curiosidad es la que impulsa todas las situaciones. En este caso, las situaciones impactan de forma directa en un grupo de gente que, por así decirlo, está yendo a trabajar sin ser realmente conscientes de dónde se están metiendo. Es como si el hecho de lo “paranormal” no los tocara de cerca.
Lo que termina logrando todo esto tiene que ver directamente con los climas y los ambientes creados. Los dos primeros actos van preparando nuestros nervios para explotar en el tercer acto. El trabajo de sonido es impecable, y termina siendo uno de los condimentos más fuertes a la hora de acompañar a las escenas y llegar al terror pretendido. El uso de diferentes cámaras, justificado por el live streaming que están haciendo, también aportan un enfoque muy particular sobre cada uno de los personajes, permitiendo así jugar con los diferentes encuadres y puntos de vista. En cuanto a los efectos visuales, no son muchos pero los que vemos, están muy bien realizados y son muy convincentes respecto a lo que propone la trama.
Gonjiam: Haunted Asylum bebe de muchos referentes del género, como The Blair Witch Project (1999), la ya mencionada Grave Encounters, e incluso toma algunos detalles de Noroi: The Curse (2005), pero sabe encontrar su propia sintonía, algo muy importante y que requiere un trabajo muy minucioso por parte del director.
Como decía, hay algunos climas que son realmente desesperantes, momentos de tensión muy bien logrados, y pequeños jumpscares que, literalmente, me hicieron saltar de la silla. El problema es que no siempre es efectiva cuando quiere generar miedo. Hay otros momentos donde los climas no están bien logrados, no transmiten lo que pretenden transmitir y se pierde por completo el sentimiento de inmersión, porque en una situación donde se supone que deberíamos asustarnos, nada realmente nos moviliza. Por decirlo de alguna forma, el tercer acto debería transitar sus minutos con un manejo del terror in crescendo, pero tiene varios altibajos que no le permiten ser lo efectiva que debería ser.
Entiendo que en este último apartado depende mucho de cada espectador. Sea como sea, si miramos el todo, Gonjiam: Haunted Asylum cumple con su cometido. Y si bien creo que no se destaca dentro del género, deja un buen sabor una vez que la terminamos, no tanto por lo que cuenta sino por cómo lo cuenta.